Gestiona tus finanzas mientras trabajas desde casa

El teletrabajo cambió nuestra forma de vivir. Pero también transformó cómo gestionamos el dinero. Gastos invisibles aparecen, los límites se difuminan y las decisiones financieras se complican. Después de trabajar con más de 200 emprendedores remotos desde marzo de 2024, hemos visto qué funciona realmente.

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Estrategias que marcan diferencia real

Separación física del espacio

No se trata solo de tener un escritorio bonito. Cuando tu oficina y tu cocina comparten el mismo espacio, tus gastos personales y profesionales empiezan a mezclarse de formas raras. Vimos a Laura, diseñadora freelance de Sevilla, que tardaba 4 horas cada mes clasificando gastos. Ahora usa una tarjeta solo para su estudio en casa.

Horarios que respetan tu bolsillo

Trabajar desde casa puede hacer que gastes más en electricidad, calefacción o comida a deshoras. Pero también elimina transportes y comidas fuera. Un contador simple: anota durante dos semanas todos tus gastos relacionados con el trabajo remoto. Los números te sorprenderán, siempre lo hacen.

Inversiones inteligentes en tu espacio

Una silla ergonómica de 400€ parece cara hasta que calculas lo que gastas en fisioterapia. O ese monitor extra que te ahorra 45 minutos diarios cambiando entre ventanas. No todas las compras son inversiones, pero algunas realmente sí lo son. La diferencia está en medirlo.

Espacio de trabajo remoto organizado con elementos que facilitan la concentración y productividad

Consejos de quienes lo viven

Retrato de Aina Ferrer, especialista en finanzas para trabajadores remotos

Aina Ferrer

Consultora financiera

Lo primero que hago con mis clientes es un ejercicio simple: registrar cada gasto durante 15 días sin juzgar. La mayoría descubre que gasta 200€ más al mes en casa de lo que pensaba. Pero también ahorra otros 300€ que no veía.

Retrato de Nerea Solana, experta en productividad y gestión empresarial

Nerea Solana

Mentora de negocios creativos

Muchos creativos que trabajan desde casa mezclan todo. Tu Netflix es personal, pero si ves documentales para un proyecto, esa parte es profesional. Estas líneas borrosas pueden costarte deducciones fiscales o hacerte pagar impuestos de más.

Herramientas prácticas para el día a día

No necesitas software complejo ni sistemas imposibles. A veces, las soluciones más sencillas son las que realmente usas.

El método de las tres cuentas

Una para ingresos, otra para gastos operativos, una tercera para impuestos y ahorros. Suena básico, pero funciona. Transfieres porcentajes fijos cada vez que cobras. Automatizado, olvidado, resuelto.

Presupuesto de oficina en casa

Calcula qué porcentaje de tu vivienda usas para trabajar. Si es un 20%, puedes considerar el 20% de luz, internet y alquiler como gasto profesional. No es perfecto, pero es defendible si Hacienda pregunta.

Revisión trimestral de gastos

Cada tres meses, 30 minutos revisando qué gastos siguen teniendo sentido. Esa suscripción de diseño que usas dos veces al año, el plan de datos móviles que contrataste cuando viajabas más. Pequeños ajustes suman grande con el tiempo.

Herramientas digitales y sistemas organizativos para gestión financiera remota